lunes, 30 de abril de 2007

Aquellas viejas calles

Recorriendo en silecio aquellas viejas calles del recuerdo, del pasado, vuelven a mí el deseo de permanecer en ellas y morir en ellas.
En ellas todo me resulta conocido, no hay misterio. Los lugares, personas, olores, situaciones, nada de lo que hay es nuevo. Todo eso ya lo viví y no me puede dañar, ya conozco el final. Ya sé en que lugar terminan todas esas historias, nada me sorprende en ellas . No hay forma de cometer un error. No hay forma de experimentar un nuevo sentimiento. Todo lo que me rodea es tranquilidad. Sólo paz...
¡Qué ganas de quedarme aquí! Sentada en el recuerdo, en la felicidad.
¡Qué ganas de volver el tiempo atrás! No sabes cómo me gustaría caminar hasta el lugar donde nos sentamos aquel día en que decidimos conocernos. Ni conoces todo lo que daría por volver a sentir como antes y que tú sientas como antes.
¿No extrañas como yo, esa tímida sonrisa que nos conquistó y nos llevó a cometer actos que, sin explicación alguna, nos han traído hasta aquí?
Cierra una vez tus ojos por mí...yo sigo haciéndolo por ti.

domingo, 29 de abril de 2007

No es mucho lo que puedo decir.
En ocasiones golpea a mi puerta y...sólo la dejo entrar.
Demás está decir que lo derrumba todo. Acaba con todo, con cada una de mis seguridades, con mis creencias, con mis ideales, mis sueños...
El frío que deja es grande, casi insoportable.
Pero si algún día llega a faltar, mi vida perdería sentido y ya no tendría por qué despertar...